El Blog de Rolser

No somos un carro para la compra cualquiera, somos buen vestir, somos vanguardia, ecología, salud, somos útiles, somos innovadores, somos modernos, somos ROLSER.

Adiós a las bolsas de plástico

La contaminación por plástico es un problema global. Sus efectos se notan por igual en una playa de Menorca en el Mediterráneo, en la isla de Hawai en el Pacífico y en una playa de Tenerife en el Atlántico. Ocho millones de toneladas de plástico acaban en los mares cada año, peligrando así la vida de las especies marinas entre otras muchas, siendo una de las principales causas de incendios en nuestros bosques en verano.

¿Qué estamos haciendo? ¿De verdad cuidamos así de nuestra propia casa? Pues parece que sí, parece que no somos conscientes que el planeta es nuestra casa, nuestro habitat y que no nos podemos mudar (al menos de momento) a otro planeta con mejor salud ambiental.

Hace tiempo que se intenta reducir el consumo de bolsas de plástico cobrándolas en los hipermercados, centros comerciales o supermercados y ahora ya es obligatorio. Pero ¿si pago 5 céntimos de euro por una bolsa de plástico contaminaré menos? ¿Estaré cuidando así mi planeta? Estas medidas por ir eliminando la contaminación por plástico en la Tierra son favorables, pero se necesita una sensibilización especial, un cambio de hábitos, una conciencia de las consecuencias reales que tiene usar tanto plástico.

Desde el 1 de julio de 2018 se prohibe la entrega gratuita de bolsas de plástico ligeras a los consumidores en los puntos de venta. Esto significa que los comerciantes están obligados a cobrar un precio por cada bolsa de plástico ligera que entreguen. Pero quedan fuera las bolsas de plástico muy ligeras, es decir, las que tienen menos de 15 micras de espesor “necesarias por razones de higiene o que se suministran como envase primario para alimentos a granel”. 

Al hacer la compra la mayoría de productos van envasados en plástico: una cebolla viene presentada en una bandeja de poliestireno expandido y cubierta por una capa de film, la fruta a granel la tienes que cargar en bolsas de plástico transparente que varían su tamaño según tu cantidad de compra (estas son las gratuitas), y así nos encontramos este material tan peligroso en multitud de objetos de nuestra vida diaria.

El porcentaje de los envases de plástico destinados a la alimentación en Europa es del 60%:

Y cada año nuestros mares se llenan más y más de plástico y muchos animales mueren con el estómago lleno de este material.

A nuestro planeta le cuesta digerir el plástico, aceptemoslo. Es com quien es intolerante al gluten o a la lactosa y no puede o le cuesta muchísimo digerirlo, haciéndose daño incluso peligrando su salud si lo consume. Pues lo mismo pasa con nuestra querida Tierra. 

Afortunadamente existen cada vez más alternativas al plástico: bolsas de tela, bolsas de cartón, carros de la compra… y cada vez estos productos incluyen diseños mucho más bonitos, diferentes y divertidos para que todo el mundo pueda usarlos. 

 

Sabemos qué tenemos que hacer, solamente queda que nos pongamos a ello. 

Rolser desde hace tiempo está con los problemas sociales, con la desmitifcación del carro de la compra como objeto para hacer eso, la compra utilizado solo por mujeres de mediana edad. Por suerte, esto está cambiando, hoy en día jóvenes y no tan jóvenes, mujeres y hombres, utilizan un carro de la compra como alternativa saludable a la hora de cargar sus pertenencias ya sea para ir a la playa, para desplazarse al trabajo, para ir al gimnasio, para ir de pesca o de picnic, incluso para hacer la compra.

Esta en nuestras manos hacer que esto dure para siempre o que poco a poco nuestro planeta se convierta en un planeta contaminado y deshabitado por la desaparición de muchísimas especies, árboles, plantas… un planeta sin oxígeno, sin vida.

¿Qué vas a hacer tú? ¿Te apuntas al carro? En Rolser lo tenemos claro, nosotros sí!! 

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