La pavlova clásica es uno de esos postres que dejan con la boca abierta hasta el invitado más exquisito, y no es para menos porque resultan ser salvajemente bonitas. Un nido de merengue dispuesto en forma rústica que después al hornearse queda perfectamente imperfecto, y cubierto de nata montada y frutos rojos o frutos salvajes ¿Cómo se os queda el cuerpo?

Se dice que la pavlova se creó en honor a la bailarina Anna Pavlova durante una de sus giras en Australia y Nueva Zelanda en los años 20, y la elegancia de la bailarina quedó plasmada en este pastel tan bonito a la par que bueno.

La receta no es nada complicada. El único misterio es el merengue, que es un merengue que debe quedar crujiente por fuera pero suave por el centro.

Lo mejor que todos son ingredientes que puedes encontrar cerca de casa, huevos, nata, fresas o frutos del bosque como moras, arándanos, frambuesas... solo necesitas un compañero que te ayude a cargarlo todo, con un MINI BAG PLUS MF te sobra, todo para seguir con nuestro compromiso #thinkgreen y cuidar el medio ambiente con productos km0 y sin coger ningún medio de transporte más contaminante como el coche, el bus o el metro.

Así que si quieres sorprender esta Semana Santa con el postre apunta la receta, da una vuelta por tu barrio, hazte con los ingredientes y nos cuentas como te ha ido o súbela a las redes sociales y etiquétanos para que podamos verla.

Se suele hacer con nata montada el relleno pero nosotros hemos querido probarla con crema de coco, aunque también la podéis hacer con yogur griego y nata montada, que también está riquísima. La podéis hacer tipo pastel o en nidos individuales, quedan las dos igual de bonitas, esto ya va a gusto del consumidor.

¿Qué necesitamos para hacer la pavlova?

Ingredientes:

Para el merengue

6 huevos a temperatura ambiente

330 grs de azúcar Caster (azúcar superfino, si no lo encuentras lo podéis moler vosotros mismos)

1/2 cucharadita de vinagre blanco

Para el relleno

Crema de coco

Icing sugar

Frutos del bosque: fresas, cerezas, frambuesas, arándanos, moras.

¿Cómo se hace una pavlova?

Precalentamos el horno a 150º. Colocamos las claras de huevo en un bol y con una batidora eléctrica las batimos a máxima velocidad hasta que formen picos. Añadimos el azúcar gradualmente, 1 cucharada cada vez batiendo durante 30 segundos antes de añadir la siguiente. Una vez que el azúcar está todo añadido recoger con una espátula todo el merengue que haya quedado por los lados del bol y batir durante 6 minutos más hasta que la mezcla esté consistente y brillante.

Añadimos el vinagre y batimos durante 2 minutos más hasta que quede bien combinado y brillante. Una vez el merengue terminado, con una cuchara vamos colocando merengue en forma de nidos en la bandeja del horno, que previamente habremos forrado con papel de hornear (si quisieráis hacer un pastel en lugar de nidos individuales, vais añadiendo cucharadas dando la forma que más os guste hasta acabar con el merengue).

Colocamos la bandeja en el horno, reducimos la temperatura a 120º y horneamos durante 1 hora y 30 minutos. Cuando el merengue esté dorado y crujiente apagamos el horno y dejamos que la pavlova se enfríe allí durante una hora.

Mientras tanto hacemos el relleno, que es tan sencillo como montar la nata de coco con un poco de azúcar glass (icing sugar) hasta que forme picos y reservar en la nevera hasta hora de servir. Si es con yogur, ponemos una cantidad menor de nata (250 ml de nata y 95 grs de yogur griego).

A la hora de servir, rellenamos la pavlova con la nata y la decoramos por encima con los frutos rojos. No es recomendable ponerla antes de servir porque puede ablandar el merengue.

Esperamos disfrutéis mucho con este postre y nos mostréis vuestras pavlovas.

¡Felices Pascuas!

Fotos: Donna Hay